Llegó en silencio. Se fue en silencio. Johnny Herrera apareció en la sede de la ANFP acompañado de Cristián Aubert, gerente de Azul Azul. Con él se marchó. Sin hablar con la prensa, sin saber si recibiría sanción.
¿Cuál habrá sido su reacción cuando escuchó las palabras de Ángel Botto, presidente del Tribunal de Disciplina de la ANFP? ¿Habrá reaccionado con la misma rabia con la que increpó a Fernando Meneses hace poco más de una semana en el estadio Nacional?
"Se resolvió, por la normativa que la ANFP le permite aplicar al Tribunal, por una actitud encuadrada dentro de conducta violenta y agresiva a un rival. Se le aplicaron dos partidos de suspensión y la U no podrá apelar", dijo Botto cerca de las 22:00 horas ante los periodistas que hicieron guardia desde media tarde en Quilín.
Más temprano, Hans Martínez y Jaime Estévez también comparecieron ante el Tribunal (ver página 6). El presidente de Cruzados SADP sí habló y pidió una "suspensión" para José Yuraszeck, titular de Azul Azul. Pero lo que más llamó la atención fue la larga y enfática conversación que sostuvo con Sergio Jadue, presidente de la ANFP.
El dirigente cruzado manifestó su indignación por lo que ha sucedido en las últimas semanas, mientras que Jadue escuchó con el ánimo de que esta situación pronto se pueda resolver.
Más allá de los movimientos dirigenciales, el foco en la U ahora pasa al arco. Este domingo ese lugar estará ocupado por Luis Marín. Herrera, ya sea en la tribuna, en el CDA o en su casa, sólo podrá hacer fuerza para que su compañero le cuide los tres palos de buena forma. Un golpe que el equipo de Marco Antonio Figueroa tendrá que saber asimilar de la mejor manera para que no genere consecuencias en lo futbolístico y en lo anímico.
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