Todo estaba saliendo a la perfección, Ted en la posición ideal con cara de angelito junto a su padre, cuando pasó justo lo que nadie esperaba y que claramente no podía ser peor.
La imagen quedará en la memoria de los que presenciaban el momento, más aun en la de su padre.
El pequeño de 4 días se defecó, y con ganas, en el brazo de su papá mientras eran fotografiados.
Al Ferguson, recibió toda la "descarga", al igual que la alfombra peluda de su casa. Sin embargo, el hecho le sacó más de una carcajada.
Según manifestó al sitio mashable.com, sólo había pasado un segundo desde que Jen, su esposa y madre de Ted, les habían tomado la primera fotografía y se preparaban para la segunda, cuando el padre sintió algo "humedo" en su brazo. Sí, era la "explosión".
En la fotografía además se puede ver como el pequeño Ted disfruta del momento de "relajo extremo" sobre su padre.
Al explicó que una serie de pensamientos pasaron por su cabeza en ese momento. "Primeramente por la alfombra peluda: en segundo lugar, mi brazo; en tercer lugar, pura histeria; en cuarto lugar, lo que debía hacer con él; y, por último, más risas", dijo.
Finalmente, la fotografía fue conservada por el orgulloso padre y ahora adorna la habitación del pequeño Ted.
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